11-05-2019
Muy duro para mi.
Fuimos 4 compañeros de trabajo y dos amigos pro. ¡SUPER!
Todos ellos muy bien preparados. Hicieron que me esfuerce al máximo. Misión: ENTRENAR.
Logre llegar y eso me pone muy contento. La bajada si que fue una gozada.
Gracias a todos y para la próxima prometo estar un poco mejor.
Prueba de que llegué
El grupo
El recorrido
Actualización
De manera no planificada, coincidió que otro grupo de compañeros de trabajo hicieron el mismo ascenso a las antenas del Pichincha a pie. ¡Bravo!
Fue muy grato el encuentro.
Foto del grupo completo de compañeros, sin mi. Es que yo estaba todavía subiendo cuando tomaron esta foto ☺
josepepe en Quito, Ecuador
sábado, mayo 11, 2019
viernes, mayo 03, 2019
Chaquiñan - Tababela
03-05-2019
Un paseo muy relajado, disfrutando del camino y la compañía. Salida a las 07h00 desde el portal de Cumbayá. Destino: Tababela (ida y vuelta). 8 ciclistas.
Reagrupación en el portal La Esperanza y descenso al Chiche. Pinchazo y reparación, ascenso a Arrayanes. Siempre por el Chaquiñán pasando por las hosterías de Puembo, cruce de la quebrada del Guambi por el puente, cruce del túnel y llegada hasta la Panamericana E35.
Reagrupación, hidratación y retorno.
Parada de rigor en los jugos (portal Arrayanes). Jugos, plátanos y cevichochos. Foto oficial y a continuar con el retorno hacia Cumbayá.
Llegada sin contratiempos. Despedida.
Compromiso personal de repetir este tipo de paseos.
jueves, mayo 02, 2019
Bike park – Livigno Italia
El tour de MTB "Tutti Frutti
Epic" está sin duda alguna en mi lista de deseos.
En el ´Bike Park´ se incluyen senderos nuevos y existentes del Carosello
3000 Mountain Park en la ciudad turística de Livigno en los Alpes italianos.
El recorrido de 45 km de largo es
como una montaña rusa sin fin, incluye solo unos cientos de metros de pedaleo
cuesta arriba, ya que se puede acceder a todos los senderos en góndolas y
telesillas.
Los corredores no tienen que
estar tan calificados como Hans Rey y Brian Lopes, pero pueden divertirse al
máximo. Los senderos son de color rojo o
azul (intermedio o principiante), adecuados para la mayoría de los niveles de
habilidad y perfectos para las bicicletas de Cross Country, All Mountain y
Enduro.
Se han construido hasta el
momento (2018) más de 25 kilómetros de senderos aparte de la red ya existente
de senderos naturales y tiene más de 3500 metros de desnivel.
El parque está en constante
remodelación por lo que los senderos no necesariamente pueden recorrerse en la
misma secuencia que se muestra en la película.
lunes, abril 29, 2019
Río San Pedro – El Auqui
28-abr-2019
Dos ciclistas. Salimos de San Juan Alto desde el
estacionamiento del colegio Terranova. Tomamos hacia la Ruta Viva, San Patricio
y bajamos a Lumbisí.
De Lumbisí bajamos en dirección al río San Pedro y de ahí ´a
trepar´. Tomamos la vía a Guangopolo y salimos a la autopista Rumiñahui a la
altura de los moteles. Subimos por la autopista y cerca al Puente 1 tomamos el camino
a Collacoto hacia la autopista Simón Bolivar. Pasamos delante de la gasolinera,
cruzamos el paso peatonal y luego la vía hacia Auqui de Monjas (Cerro Auqui).
Vistas espectaculares. Ya en la cumbre, un camino de tierra,
un bosque y un descenso por el chaquiñán, el mismo chaquiñán que en un paseo
anterior lo hicimos de subida. En menos de 15 minutos llegamos a la Simón Bolivar
la cruzamos por debajo y de ahí a San Juan Alto y al colegio Terranova. Fin del paseo.
martes, abril 23, 2019
Reproducción de un relato ciclista - Escrito por una mujer
Escrito por una mujer ciclista urbana – anónimo o por lo menos no puedo
dar el crédito a alguien
Pinchar (en el sentido erótico y no ciclístico del término)
Es
cierto que la bici hace bien para la salud. Que se tonifican los músculos, que
mejora la actividad cardíaca. También es verdad que es un medio de transporte
limpio, barato, sustentable. Para mí también tiene mucho de cierto que es una
opción política, porque en bici uno habita la ciudad de una manera distinta, al
margen, justo por el lado, del imperio del auto y todo su modelo de consumo y
estatus social. Otros dicen que ser ciclista da onda, que uno se ve más cool.
Algunos afirman que andar en bici es rico y listo se acabó. Pero hay algo tan
cierto como todo lo anterior, pero que nadie dice: que uno en bici pincha más.
Y no me refiero a pinchar la cámara, sino a pinchar en el sentido erótico, es
decir, al acto de intercambiar un coqueteo fugaz. Es así, tal cual como algo
que pincha, que punza. Que pasa rápido y que al instante se va.
Habitualmente
el pinchazo erótico se realiza mediante un cruce de miradas fortuito, puede ser
con ojos dulces o bien abiertamente libidinosos. A lo más el pinchar puede
llegar a un intercambio verbal breve, con palabras tiernas o con las ideas más
bajas del repertorio del piropeo nacional.
Esta
facultad no es exclusiva de las mujeres. Cierto amigo contó que él no sabe si
es la belleza de su cleta o la altura que toma sobre ella, pero arriba de la
bicicleta se siente un potro, un semental del asfalto. Dijo también que él
abajo de ella, en sus horas de peatón, no capta tantas miradas. Afirmó que no
recibe casi ninguna. Terminó confesando que a pie, él no es nadie en las calles
de esta ciudad. Yo pienso un poco lo mismo, aunque con una cuota mayor de
optimismo. Mis pasos como peatona no son tan desgraciados, pero, seré franca,
en bici es otra cosa.
Yo
antes tenía una Mini marca Cic de los años 70, esa que sale en la película
Machuca. La muy hermosa pasó 15 años a la intemperie, arrumbada en un patio y
bastó nada más una reparación para que sus ruedas recorrieran Santiago con la
misma energía que en los días de la Unidad Popular. Aunque la pintamos con
spray morado, destinándola a una apariencia siempre ajada, y nunca le
instalamos sus hermosos tapabarros plateados, yo mataba arriba de la Mini.
Pinché en el sentido ciclístico del término solo una vez en cuatro años, pero
en el sentido erótico perdí la cuenta.
Podría
clasificar mis pinchazos en dos tipos: el primero, con lolitos vintage que
apreciaban tener una bici de 40 años de edad. Ese modelo único, sus rueditas
aro 20, su manubrio alto, su parrilla a prueba de todo, eran un imán con los
chiquillos adictos a la moda retro. El segundo tipo de pinchazo era con
taxistas. Ay, como me encantaban los taxistas. Nunca jamás uno me tiró su auto
encima, porque por regla histórica todos los taxistas mayores de treinta años,
aprendieron a andar en bicicleta montados en una Mini Cic. En el rojo del
semáforo siempre me decían: “señorita, yo tenía la misma cuando era niño y
llevé mil veces a mi hermano en la parrilla y la bici nunca se rompió”. Y los
ojos se le llenaban de lágrimas y yo veía en sus pupilas a un niño de 12 años,
por allá a comienzos de los 80, con la cara sucia y costras en los codos. El
taxista se iba feliz en su ensueño de la infancia, y alguna vez abrió la
ventana para ver si podía nuevamente sentir el viento entrando por su camisa.
En eso un pasajero, el taxímetro y de nuevo a recorrer Santiago por dinero y no
por placer. Entre los dos tipos de pinchazo, el ondero sexual y el taxista
melancólico, la verdad, no puedo elegir.
Cuando
decidí invertir en una pistera para no llegar tan cansada a mi destino y no
romperme la espalda al subir la mini a mi departamento del piso 3, una de las
cosas que me preocupaba era pinchar mucho la cámara, pero en cambio, que el
pinchazo erótico disminuyera su frecuencia. Sí, soy frívola. Por suerte eso no
ocurrió. Si en la mini me veía bonita, en la pistera (yo juro), me veo rica. No
sé si será la elegancia del marco, sus ruedas finas, o quizás es la posición
que asume el cuerpo: las caderas ubicadas a mayor altura que en la Mini y, por
lo mismo, el pecho –los pechos- inclinados hacia delante. He pensado en
cambiarle el manubrio recto que tiene por uno de ruta, así mi espalda irá
totalmente recta, mi coxis quedará más empinado, y de verme rica (yo juro),
pasaré a verme súper rica. En efecto los pinchazos de la cámara aumentaron, y
los eróticos, por suerte, también. Debe ser que andar en bici se parece un poco
a las artes amatorias y es por eso que a los hombres les gusta tanto ver a una
ciclista. Ambos actos son cosa de cuerpo, ritmo y movimiento, de saber dónde
poner las manos, cómo coordinar las piernas, cuándo subir las caderas. En los
dos casos hay que saber cuándo frenar, cuándo deslizarse y cuándo ponerle toda
la velocidad. A veces, en bicicleta, al atardecer yendo hacia el poniente,
también se tienen orgasmos.
Al
tan conocido y poco original “sáquele el sillín, mijita”, con voz rasposa en
extremo repulsiva, se han sumado otros piropos en estos meses con mi pistera,
que a todo esto se llama Nena. Un día por Compañía, justo antes de doblar hacia
San Martín, de una camioneta de alguna empresa de telefonía, con un tono
hirviendo en deseo y seudogalantería, su conductor me dijo “Puta que me excitan
las hueonas en bici”. Me ofendió su cara de violador en serie, su pretensión
tan baja de conquistar así, con lo mínimo. Pero lejos lo que más me molestó fue
que me dijera hueona. Es cierto, a veces lo he sido: he dejado el tostador
prendido con el pan encima hasta desintegrarlo e inhabilitar la cocina, la casa
entera, en realidad. No he respaldado textos y he presionado “no guardar”. Una
vez envié un trabajo por correo luego de haber pasado la noche en vela
terminándolo. El mail iba dirigido a un filósofo connotado y decía, no me
pregunten por qué, lo siguiente: “Profesor, le deje mi cerebro con la
secretatia del departamento de filosofóa”. Ningún error en esa corta oración es
de ahora. Eso le escribí al profesor, tal cual. Supongo que “mi cerebro” era “mi
trabajo”, “secretatia” era secretaria, “filosofóa” era “filosofía”. Me asombra
que a pesar de tanta equivocación y tan absurda, le haya puesto el acento a
filosofía, o sea, a filosofóa. En la o, bien marcado. Si he sido aquello que me
dijo ese conductor, pero él no me conoce así que no tiene el derecho de
decírmelo, no se lo permito.
Yo
no sé arreglar un pinchazo, nunca he desmontado la rueda, ni idea cómo detectar
la perforación, pero sí sé cómo responder al otro pinchazo. Furiosa y ansiosa
de venganza, acto seguido a su insinuación, puse mi máxima cara de zorrita y le
dije “¿en serio te excito?”. Su rostro se llenó de esperanza y pude ver como
algo en él se “tonificaba”. Su compañero lo animó a continuar el flirteo y
justo antes de que el semáforo diera la luz verde, le dije “en cambio a mí, no
me excitan ni un poco los hueones en auto”. De pronto él era todo flacidez.
Provocativamente me puse a andar sobre los pedales y si me hubiera podido
pintar con lápiz labial las nalgas, me habría escrito “sue-ña”, una sílaba en
cada cachete.
Otras
vez menos desagradable, en la calle Portales, un joven copiloto de un camión de
gas me dijo “linda su máquina, señorita”. Yo que había comprado recién a mi
Nena le respondí “gracias, esta nuevecita de paquete”. Él, con risa, me dijo
“no, lo decía por usted”. Yo era la máquina. Seguí por Portales viendo en mis
rodillas engranajes y sentí que mi cuerpo de máquina metálica brillaba con el
sol.
Mi
bici se llama Nena en honor a las fans de Sandro. Yo por el Gitano lo dejaría
todo: a mi casa, a mi familia, a mi perro Fermín. Es que esas caderas, esas
manos. Es que esos labios, por sobre todo esos labios. Cuando Sandro murió mi
amiga Natalia me envió un artículo en su homenaje. Uno de sus párrafos decía:
“tus nenas saben que no se trataba de pelvis, sino de estados emocionales. Por
eso cuando joven y luego de esas catarsis escénicas te bajaba el pulso y podías
vomitar o desmayarte. Y ya más viejo, las hacías olvidarse de los años, la
celulitis, el paso del tiempo, y ellas se sentían queridas y amadas una vez
más”. A mí me pasa lo mismo cuando ando bicicleta, me siento la más amada.
Aunque mida un metro y medio, aunque pese menos de 50, aunque hace años que no
varíe mi talla de sostén. No importa. Y es que en realidad qué importa si no se
es rica, si arriba de la cleta uno conoce en cada esquina el amor. Porque andar
en bicicleta, más que a las artes amatorias, se parece al mismísimo amor. Lo
andamos, lo disfrutamos y siempre es mejor cuando corre vientecito. Lo
recorremos, aceleramos y conocemos la felicidad. Pero también cansa. Pucha que
cansa. Está lleno baches, de hoyos, de obstáculos, de gente que se cruza en el
camino. Uno se cae, duele, de hecho sangra. El amor, como la bici, nunca es en
línea recta, hay que saber doblar, perderse, detenerse y retomar el camino. En
el amor, como en la bici, lo importante no es el destino, sino el trayecto en
sí. Andar el amor y andar en bici, es mejor escuchando “Trigal” de Sandro.
lunes, abril 22, 2019
lunes, abril 15, 2019
Yanacocha Nono - Recortado
13-04-2019
Paseo organizado por
Tatoo.
La invitación:
“Tatoo te invita al
primer paseo de ciclismo de montaña del 2019!!! La salida se llevará a cabo el
sábado 13 de Abril a las 6:30h. El punto de encuentro es Tatoo Plus, pero los
ciclistas también se pueden unir a lo largo de la ruta.
La ruta va de la siguiente manera: Tatoo-Avenida La Prensa-Avenida Machala-Vía a Nono-Camino a Yanacocha-Nono-Rundupamba- Vía a Nono-Avenida Machala-Avenida La Prensa-Avenida Amazonas-Tatoo
La ruta total (vuelta completa) tiene una extensión de 60Km y 2000m de ascenso. Tendremos camioneta de acompañamiento, auxilio mecánico, y abasto en ciertos sectores de la ruta.
Al final de paseo, y como es tradición, tendremos café, picaditas, y si se portan bien, unas cervecitas!
INFORMACIÓN BÁSICA
Nivel Físico: Para ciclistas con nivel físico intermedio a alto, y con nivel técnico intermedio. Por respeto a los participantes se pedirá a las personas que no estén en capaciad de cumplir con el intinerario aquí descrito al paso del grupo principal, que abandonen el paseo.
Duración: 7 horas aproximadamente
Lugar de encuentro: Tatoo Plus, Avenida de los Granados y Avenida 6 de Diciembre, esquina. Tendremos camioneta de acompañamiento, auxilio mecánico, y abasto en ciertos sectores de la ruta. Es indispensable la auto suficiencia para este paseo. Se recomienda llevar dinero para re abastecer en Nono, donde tendremos parada de abasto y re agrupamiento.”
La ruta va de la siguiente manera: Tatoo-Avenida La Prensa-Avenida Machala-Vía a Nono-Camino a Yanacocha-Nono-Rundupamba- Vía a Nono-Avenida Machala-Avenida La Prensa-Avenida Amazonas-Tatoo
La ruta total (vuelta completa) tiene una extensión de 60Km y 2000m de ascenso. Tendremos camioneta de acompañamiento, auxilio mecánico, y abasto en ciertos sectores de la ruta.
Al final de paseo, y como es tradición, tendremos café, picaditas, y si se portan bien, unas cervecitas!
INFORMACIÓN BÁSICA
Nivel Físico: Para ciclistas con nivel físico intermedio a alto, y con nivel técnico intermedio. Por respeto a los participantes se pedirá a las personas que no estén en capaciad de cumplir con el intinerario aquí descrito al paso del grupo principal, que abandonen el paseo.
Duración: 7 horas aproximadamente
Lugar de encuentro: Tatoo Plus, Avenida de los Granados y Avenida 6 de Diciembre, esquina. Tendremos camioneta de acompañamiento, auxilio mecánico, y abasto en ciertos sectores de la ruta. Es indispensable la auto suficiencia para este paseo. Se recomienda llevar dinero para re abastecer en Nono, donde tendremos parada de abasto y re agrupamiento.”
Se inició con una corta
explicación de la ruta por parte del organizador y salimos. Inició un pelotón
de unos 50 ciclistas. Tomamos varias calles de la ciudad hasta el partidero a
Nono. Subimos por el primer barrio sobre la Occidental y luego a la izquierda
en dirección a la Hostería San Jorge. Unos 500m luego entramos por una puerta
de alambre de púas a una hacienda. Desde ahí por chaquiñanes. Una fuerte
trepada hasta un campo despejado con algunas construcciones de hacienda y
vacas. En este tramo, debido a la limitación de mi estado físico, me retrasé
del grupo líder. Calculo que debo haber estado unos 20 o 30 minutos atrás del
pelotón y en este recorrido de subida me acompañaron dos ciclistas: Galo y
Diego.
Habiendo llegado a la
parte más alta del paseo, tuvimos la duda de si habíamos seguido el camino
correcto. Sabiendo que detrás nuestro habrían al menos otros 10 ciclistas que
no llegaban a nuestro punto, resolvimos regresar un poco para ver si había
algún desvío que no lo habíamos visto. Esto fue un error. Bajamos hasta un
punto en el que el guía nos había orientado antes y tuvimos que volver a subir
de nuevo hasta la cumbre. En este punto, sabiendo que estábamos realmente
retrasados y sin saber el camino exacto por donde continuar, decidimos tomar un
camino de bajada. En poco nos orientamos pero las rutas que conocíamos nos llevaban
a dos opciones: la primera era hasta la reserva Yanacocha y luego bajar por vía
carrozable hasta el río Alambi y luego subir hasta Nono. La otra opción era
bajar hasta Rundupamba al camino pavimentado hacia Nono y de ahí regresar a
Quito. Decidimos esta última ya que la otra nos llevaría a un esfuerzo que no estábamos
seguros de poder hacerlo y sabíamos que nuestro retraso era muy grande.
Tomamos entonces hacia
Rundupamba y luego todo bajada hasta la Occidental y despúés de regreso por las
calles de Quito hasta el punto de partida en Tatoo. Pocas calles antes de
llegar a la meta, nos encontramos con el grupo de ciclistas de élite que ya
venían completando el paseo… llegamos juntos, jeje.
Pese a no haber
completado el plan completo, fue una muy buena experiencia y quién sabe si todo
resultó tan bien gracias a que no nos fuimos hasta Nono. Aquí un comentario: la
mayor parte de los ciclistas que vi,
estaban super bien preparados físicamente y se nota que entrenan a diario. Edad
promedio: 30 años. Además la mayoría con
bicicletas de muy alta gama. Esto me lleva a reconocer que requiero entrenar
más para poder participar en paseos de este nivel. ¡Lo haré!
Como llegamos entre los
primeros nos vimos favorecidos con felicitaciones y fotos con el grupo líder. ¡Así
es la vida!
A mis dos compañeros de
paseo, muchas gracias por su buena disposición. La pasamos muy bien.
Galo - @galo1956
Diego -
@elviajedelpela (viene de la Patagonia y
va a México – una aventura bici. ¡ENVIDIABLE!
EN LA PARTIDA
TREPANDO
EN LA CUMBRE CON DIEGO
EN LA LLEGADA CON LA ELITE
lunes, abril 08, 2019
Chaquiñán Sur, Guangopolo, Lumbisí
07-04-2019
3 ciclistas salimos desde el colegio Terranova. Tomamos el
Chaquiñán del Sur hasta la altura de la Universidad Internacional. Bajamos por
el barrio Buenos Aires pasando por el Centro de Revisión Vehicular Los Chillos
y salimos a la Autopista Rumiñahui por el Puente 2. Dejamos la autopista poco
más abajo y entramos por la calle de los moteles.
Pasamos por el cementerio Colinas de Paz y seguimos
descendiendo hacia el río San Pedro por debajo del reservorio de la Central Guangopolo. Luego un ascenso
hacia Lumbisí.
Desde Lumbisí subimos por San Francisco de Pinsha hasta el
Estadio y luego una última trepada hasta empatar con la Ruta Viva y la entrada
a Yanazarapata y retorno al colegio.
lunes, abril 01, 2019
Cerro Auqui 2
31-03-2019
Desnivel: 450 m
SALIDA: Estacionamiento del colegio Terranova
Cruzamos la autopista Simón
Bolívar por el paso peatonal e iniciamos inmediatamente la trepada al cerro. El
camino es un chaquiñán prácticamente abandonado. Muy erosionado por el agua e
invadido por el monte. El piso empinado y muy irregular por las raíces y
surcos, además de resbaloso por las lluvias de los días anteriores. El bosque
bien tupido y muy bonito como paisaje.
Parte pedaleando y parte
empujando, llegamos a un camino carrozable y seguimos subiendo, ahora sí, todo
a pedal.
La vista fantástica. Tanto hacia
los valles como hacia Quito y el Pichincha.
Se pasa por barrios,
instalaciones de la Empresa Eléctrica, antenas, radares. También por el sitio
de donde salen los parapentes que aterrizan en Lumbisí.
Se termina el cerro en el barrio
Monjas y de ahí bajamos en dirección a la Simón Bolívar en la intersección con
la autopista Rumiñahui.
Cruzamos la autopista por el
puente peatonal y empatamos con el Chaquiñán del Sur para regresar a nuestro
punto de partida en el Terranova.
Estuvimos siete ciclistas. Un
paseo divertido en el que disfrutamos de la buena compañía y camaradería.
Recorrido total: 16.64 kmDesnivel: 450 m
lunes, marzo 18, 2019
Metro - Jugando en partes trabadas
Domingo, 17 marzo 2019
Buscando partes trabadas parapracticar aprender algo de técnica.
¡Super divertido!
Buscando partes trabadas para
¡Super divertido!
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